Madera: Casi el 50 % de la energía renovable producida en la UE

Madera: Casi el 50 % de la energía renovable producida en la UE

Madera: Casi el 50 % de la energía renovable producida en la UE

El 49 % de la energía renovable que se produjo en la Unión Europea (UE) en 2010 se generó con madera y residuos madereros, según los últimos datos publicados hoy por la oficina estadística comunitaria, Eurostat.

La madera se posicionó de este modo como el recurso de energía renovable más utilizado por casi la mitad de los Estados miembros de la UE y supuso una contribución del 4,8 % del total de la energía consumida por los Veintisiete.

El informe de Eurostat revela que en países como Estonia, Lituania, Finlandia y Polonia la contribución de la madera al total de energías renovables superó el 80 % en 2010.

En concreto, los países en los que más madera destinaron a la producción de energía fueron Letonia, Finlandia y Suecia, con unos porcentajes del 27 %, el 21 % y el 19 %, respectivamente.

Asimismo, este recurso natural supuso las tres cuartas partes de la energía renovable consumida total en países como Estonia (96 %), Lituania (88 %), Finlandia (85 %), Polonia (81 %), Letonia (78 %) e Hungría (77 %), mientras que contribuyó en menos de un cuarto en Chipre (13 %) e Italia (24 %).

En términos generales, durante 2011 en la UE se produjeron 429 millones de metros cúbicos de madera, de los cuales el 21 % se convirtió en leña, que también sirvió para producir energía.

A pesar de estas cifras, Eurostat recordó en su informe que los recursos madereros de la UE se han utilizado de un modo «sostenible».

Por otra parte, durante el pasado año, los países con mayor producción de madera fueron Suecia (72 millones de metros cúbicos), Alemania (56), Francia (54) y Finlandia (51), o lo que es lo mismo, en ellos se registró más de la mitad de la producción de madera de la UE.

En la mayoría de los Estados miembros, la madera industrial es más frecuente y domina la producción, a excepción de países como Italia, Grecia y Hungría, en los que la producción de leña representó el 74 %, el 72 % y el 52 %, respectivamente.

Fuente: http://www.abc.es

El Tronco de Navidad, el postre definitivo

El Tronco de Navidad, el postre definitivo

Desde el siglo XII, o al menos así lo documentan los textos históricos, una de las principales tradiciones navideñas consistía en encontrar el tronco más grande de entre la leña, decorarlo y, el día de Nochebuena, cantar villancicos  alrededor de la chimenea mientras el más pequeño de la familia lo arrojaba a las llamas. Las cenizas resultantes de la quema, se guardaban durante el resto del año como amuleto contra  los males y catástrofes. Sin embargo, tuvo que llegar la Revolución Industrial y sus cocinas de carbón para que las chimeneas comenzaran a desaparecer y, con ellas, esta tradición medieval.

A finales del mismo siglo, a un pastelero francés, Pierre de Lacam, se le encendió la bombilla y creó el conocido como Bûche de Noël o Tronco de Navidad, un postre a base de bizcocho y chocolate enrollados que sirvió para endulzar la amargura que había dejado el fin de la práctica navideña.

Pero, ¿cómo ha evolucionado este dulce desde su creación a la actualidad? Miguel Moreno, director  de producción de las pastelerías Mallorca, nos da la clave definitiva: “Es un producto que en nuestra empresa, hace 15 años, se hacía de una sola forma, pero en los últimos años la gama se ha ampliado hasta ocho tipos diferentes”. Y esto se debe principalmente a que, “aunque las cenas de Navidad nos sigue gustando cocinarlas a nosotros mismos en casa, el postre se encarga a una pastelería o  repostería”. Con ello nosotros nos salvamos las espaldas en el caso de que nuestra chica nos invite a cenar con sus padres el día de Nochebuena, porque es la garantía de que lo que aportemos a la mesa navideña estará bien presentado, será típico de la época (“En lugar de comer una tarta, como cualquier otro día del año, se come un tronco”, como explica Moreno) y, sobre todo, será comestible, característica que no se garantiza en el caso de cocinar con nuestras propias manos. Epic Win.

Ahora bien, “el que llamamos clásico es el cocinado con bizcocho de almendra, trufa y mermelada de albaricoque con vainilla”, según nos comenta Miguel Moreno, “mientras que el que nunca falla es el de vainilla y chocolate”. Entonces, ¿cuál elegimos? Si entramos en Mallorca, nos encontraremos con ocho tipologías diferentes, entre ellas la de chocolate, la de tarta de queso y arándanos, o una de las más sofisticadas, la dechampagne y fresas. “Siempre con la idea de tratar de introducir innovaciones, pero manteniendo la receta original e intentando aligerarlo”. Aquí ya va en cuestión de gustos.

Sí, bueno, todo parece bastante apetecible, pero ¿por qué elegir el pastel francés frente a otros dulces igualmente importados de otros países, como el panettone italiano, o el roscón de Reyes patrio? Miguel Moreno tiene de nuevo la respuesta: “El tronco de Navidad es un postre pensado para el postre. Por ejemplo, el panettone resulta perfecto para un desayuno o una  merienda con un café o un chocolate caliente, pero no está ideado para tomar después de una comida pesada. En cambio, el tronco de Navidad sirve para complementar los postres típicos como pueden ser los mazapanes o los polvorones”.

Fuente: http://www.revistagq.com

Imagenes: cortesía de Mallorca

Consejos para mejorar el aislamiento térmico de nuestra vivienda

Consejos para mejorar el aislamiento térmico de nuestra vivienda

Consejos para mejorar el aislamiento térmico de nuestra vivienda

Una vivienda con un buen aislamiento térmico puede llegar a ahorrar hasta un 30% de energía, lo cual tiene efectos directos tanto en la factura de la luz que nos llega a final de mes como en las emisiones de CO2 al medio ambiente. ¿Qué precauciones debemos tomar para mejorar el rendimiento térmico de nuestro hogar? Ahí van algunas notas.

El aislamiento térmico de una vivienda es la capacidad que ésta tiene para retener el calor (en invierno) o el frío (en verano), que básicamente generamos mediante sistemas de calefacción y/o refrigeración. Por mucho que invirtamos en un buen aparato de aire acondicionado o en un buen sistema de calefacción, de poco servirá si la casa no está bien aislada desde el punto de vista térmico.

Pero ya no solo por una cuestión de ahorro de energía o de conciencia medioambiental, sino porque además, en unos meses -a partir del 1 de enero de 2013- ya estará vigente el anunciado real decreto de Certificación de Eficiencia Energética de Edificios Existentes, que obligará a que todas las viviendas que se compren, vendan o alquilen en España cuenten con un certificado que avale su comportamiento energético.

De esta forma, las viviendas tendrán un distintivo de eficiencia similar al que ya tienen los electrodomésticos, que incidirá también en el precio de venta o de alquiler de la misma. De hecho, las viviendas se clasificarán mediante una serie de letras, que irán de la ‘A’ (máxima eficiencia) a la ‘G’ (grado de eficiencia energética más baja).

Veamos pues cuáles son algunos de los aspectos a tener en cuenta para mejorar, sin grandes inversiones, el aislamiento térmico de nuestra casa:

  • En una vivienda las pérdidas de calor se producen a través de ventanas, puertas, suelos, paredes y techos. En el caso de ventanas y puertas que den al exterior, es muy importante comprobar que no haya fugas de energía y, de haberlas, tomar las medidas pertinentes. En suelos, paredes o techos es imprescindible una buena instalación con productos eficaces y de alta resistencia térmica. Si la vivienda tiene ya unos años, en el mercado existen una amplia variedad de materiales que permiten reforzar el aislamiento térmico de una pared, un suelo o un techo.
  • Las ventanas son uno de los puntos débiles de la casa. Para minimizar sus fugas de calor o frío es aconsejable que cuenten con un sistema de doble acristalamiento y, a ser posible, cámara de aire. También mejorará su capacidad de aislamiento térmico si tienen una carpintería de calidad (de PVC, por ejemplo) que evite la formación de puentes térmicos, así como que dispongan de un vidrio específico para reducir las pérdidas de calor.
  • En verano es altamente recomendable utilizar toldos y persianas para minimizar un calentamiento excesivo de la casa.
  • En invierno, sin embargo, debemos aprovechar al máximo la luz del sol y dejarla entrar a través del cristal de la ventana dejando cortinas y visillos abiertos.
  • Por último, es fundamental ventilar bien la casa tanto por la mañana como por la noche. Con 10 minutos es suficiente para renovar el aire de una habitación. Si nos pasamos de tiempo podemos acumular calor excesivo en verano o dejar entrar demasiado frío en invierno.

Fuente: http://www.hogarutil.com